Nerviosos, eufónicos y con ganas de colaborar, así se sentía los alumnos de ciclos que por primera vez en su vida iban a donar sangre. Ayer tarde el colegio de ciclos estaba repleto de alumnos que se sentían emocionados por la posibilidad de ser útiles a la sociedad y a los que más lo necesitan. La respuesta ha sido como siempre una lección de generosidad por parte de todos. Muchas gracias.