La adaptación de la obra “El Gato Negro” de Edgar Allan Poe, ha sido el hilo conductor para transmitir las emociones que conllevan la vida bajo el yugo de las adicciones.
Una magistral interpretación, en la que los alumnos no sabían si era realidad o ficción, ha puesto de manifiesto los sentimientos y luchas internas que padecen las personas con adicciones. La conclusión a la que se ha llegado ha sido que las adicciones nos convierten de verdugos de todo lo bueno que tenemos alrededor y que somos capaces de mutilar el más preciado bien que tenemos, que es la gente a la que importamos y nos aprecia.